Poema
a la memoria de Wilmar.
por:
Enrique Díaz Rodríguez.
No
se equivocó el Apóstol, cuando le concedió tan especial
importancia a los Pinos Nuevos. Esa concepción martiana se abrió
paso en el presente con la figura del joven Wilman Villar Mendoza.
¡Sí! Era un Pino Nuevo, imbuido de acerbos populares, de noches
hermosas, de amaneceres resplandecientes, por ese Sol tan cubano que
a diario calienta el alma y el suelo que pisamos.
Era
en esencia uno más, un ser que sufría el oprobio de su nación como
suyo, porque suya era la historia. Fue la política, fue la oposición
pacífica en contra de la actual dictadura la que lo encumbro, su
huelga de hambre no fue una falacia para ganar méritos o renombre
alguno, No, fue una protesta decidida en contra de tanto abuso hacia
el pueblo, ejemplificado en su persona, el labro con su sangre el
camino que conduce hasta la cima de los mártires, una cima que
descansa sobre esa gran cordillera de voluntades que reclaman a viva
voz la libertad de Cuba.
Wilman
hermano Zapata te lleva en sus brazos, Boitel te muestra el camino
que Martí
dejo trazado, eres parte de nosotros, Eres Cuba, Eres nuestro Himno,
morir por la patria es vivir, eres otro Mártir, eres otra estrella
que con su luz nubla la vista sanguinaria de esa bestia verde, que
por más de 50 años a secuestrado la libertad de toda una nación.
¡Wilman
Vive!
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