por Julio Antonio Rojas Portal
Periodista y Bibliotecario Independiente
12 de Agosto del 2010
En el Parlamento Cubano, si es que se le puede llamar por ese nombre, en una de sus secciones ordinarias se llegó al acuerdo, por votación unánime, que los cubanos podrán tener pequeños negocios .Donde es por costumbre hace mucho tiempo la unanimidad, no discrepar ni abstenerse.
El gobernante cubano se refirió a actualizar la economía a través del modelo socialista. No el de mercado. En otras palabras, seguirá la centralización estatal, y los dueños de los “negocios” no serán sus dueños pues no se les entregarán las propiedades.
Surge una pregunta: ¿Este tipo de sistema económico centralizado, el cual fue un fracaso en los países que se implantó, será el que traerá frutos económicos y mejor nivel de vida para los cubanos que puedan tener pequeños negocios? Talmente parece que la respuesta nos la ha estado dando el tiempo, viendo los frutos secos en una nación que por mucho tiempo vivió del paternalismo económico de la desaparecida Unión Soviética, y algunos hermanitos del desaparecido campo socialista. Hoy en día, esas naciones son ricas y prósperas debido al giro de 180 grados que dieron en sus políticas de mando, y decidieron cambiar el sistema económico centralizado por el de economía de mercado, el cual ofrece mejores garantías de vida de los ciudadanos, les da la oportunidad de desarrollarse, enriquecer el intelecto para la creatividad a través de la competencia, lo cual beneficia a las naciones con economía mercantil para que sean más poderosas.
Pero en Cuba se apuesta por la centralización que para lo que ha servido es para endeudar millonariamente a la nación, con niveles de vida muy bajos, (por supuesto para la mayoría de los cubanos). No para la elite gobernante que ha saqueado la nación, exigiéndole a la población más sacrificios, mientras la alta jerarquía del gobierno son aun más ricos a través de ese desastroso modelo económico.
Revisando en los libros de historia de Cuba, de los cuales no se permite su circulación en la Isla porque no conviene. Encontré un documento del General de nuestras guerras de independencia Ignacio Agramante, conocido como el Mayor. Al graduarse con notas sobresalientes de bachiller en letras. Para seguir la carrera de leyes en relación con la asignatura de Derecho Administrativo, el discurso que pronunció fue el pilar de sus ideas al referirse a la centralización del poder que anula la actividad y el desarrollo de la persona.
“Sus palabras en esa tesis de grado fueron:” La centralización llevada hasta cierto grado es por decirlo así, la anulación completa del individuo, es la senda del absolutismo. La centralización hace desaparecer ese individualismo cuya conservación es necesaria a la sociedad. De allí al comunismo no hay más que un paso: Se comienza por declarar impotente al individuo, y se concluye por justificar la intervención de la sociedad en su acción destruyendo su libertad. Sujetando a un reglamento sus deseos, sus pensamientos, sus más intimas afecciones, sus necesidades, sus acciones todas.
El gobierno que con una centralización absoluta destruya ese franco desarrollo de la acción individual, y detenga a la sociedad en su desenvolvimiento progresivo. No se funda en la justicia y la razón, sino tan solo en la fuerza.
Lo más seguro es que Fidel Castro y sus seguidores desde tempranas épocas de su revolución hayan tenido conocimiento de este documento, aunque en el caso de Castro es probable que lo conociera desde sus épocas de estudiante universitario, y posiblemente haya incluido en su agenda de futuro gobernante esta excelente tesis del Mayor, pero para sus planes de perpetuarse no convenía ponerla en práctica, así que pronto la desecho. Hoy en día entre hipócritas homenajes al general mambí el gobierno cubano ha neutralizado esa denuncia que proféticamente en el año 1862 en la Universidad de la Habana, anunciaba el desastre económico que Fidel Castro ha creado en la Isla.
Mis saludos y respeto a la memoria del Mayor General Ignacio Agramonte por su lucidez, sabiduría, y valentía a la altura de un guerrero mambí que supo dar la vida por la libertad de Cuba. Y con visión futura denunciaba lo que sucedería en Cuba si se tomaba el camino de la centralización absoluta, vergüenza deben sentir aquellos que conociendo esta verdad la ocultan, para alimentar sus más mezquinos deseos de gobernar bajo el poder de la fuerza, y no con la justicia y la razón, el pueblo y la historia serán sus jueces.
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