miércoles, 21 de abril de 2010

Disidentes oportunistas

por Julio Antonio Rojas Portal

Periodista y Bibliotecario Independiente

 

16 de Abril del 2010

 

Recientemente pude leer en las declaraciones de Pablo Milanés y Silvio Rodríguez donde abiertamente expresan sus desacuerdos con algunas decisiones tomadas por la dirección del país.  En otras palabras ellos plantean que se necesitan cambios  en la revolución. La pregunta es: ¿En realidad hay que revisar algunas cosas en el sistema cubano, o es que se necesita un giro de 180 grados de una dictadura totalitaria hacia una democracia real y verdadera?.   

 

Siempre he admirado a las personas que han triunfado en la vida ejercitando los dones y talentos que Dios le dio. Como reza un dicho, “al que Dios se lo dio San Pedro se lo bendiga.” Mucho han gustado las composiciones de estos dos cantautores por el mundo, debido a esto  los que dirigen el régimen cubano les han permitido amasar grandes fortunas. ¿Pero a qué precio? Las mayorías de sus canciones han sido y son loas, vitorees, y glorias al líder fundador de esta dictadura. Mientras otros aún con más talento y siendo menos serviles al régimen han tenido que abandonar el país para poder triunfar, y en otros casos han quedado olvidados y sin glorias a través del tiempo.

 

 A 52 años de esclavitud y sufrimiento en la nación donde toda la infraestructura está destruida, y el fin de esta pesadilla se acerca. ¿Ahora es que ellos se atreven a decir que en Cuba se necesitan cambios?. Puede que yo esté equivocado, ¿Será que Silvio y Pablo habrán solicitado su militancia en las filas de la oposición pacífica, en estos momentos tan oportunos y decisivos para los cubanos?. La opinión de la gran mayoría de los cubanos, es que sus declaraciones son de un cinismo total. Más bien creen que este dúo de trovadores han sido clonados como voceros autorizados de una disidencia socialista y oportunista, que a estas alturas  se oponen a los octogenarios que gobiernan el país.

 

¿Para qué y por qué?. Ciertamente le quieren robar con ese descarado oportunismo a la verdadera oposición  que ha sido reprimida, golpeada, y encarcelada, el protagonismo del cambio que se avecina en la nación hacia un verdadero Estado de Derecho. Protagonismo que también merece todo el martirologio que ha causado este régimen, junto a aquellos que en exilio han hecho y trabajan por la libertad de Cuba, y en primer plano todos los que hoy en día nos mantenemos en pie de lucha en todas las fronteras, sin olvidar a nuestros hermanos que han derramado su sangre por ver libre nuestra Isla.     

 

Las opiniones de Silvio tanto como las de Pablo son de boca para fuera, en lo más íntimo de sus almas ellos aman la revolución traicionada por Fidel Castro. Pablo ama al actual sistema cubano y al que le cerró la fundación cultural que llevaba su propio nombre, con la misma intensidad que  a su amada cuando ella lo inspiro a escribir uno de sus mejores éxitos, Yolanda. Silvio, cuando el socialismo deje de existir en Cuba lo buscara con el mismo afán con que todavía busca su amado y mitológico Unicornio azul, (por supuesto duplicando la fortuna).  

 

Recuerdo que mi madre me decía siendo yo pequeño que era saludable para el cuerpo humano bañarse todos los días, porque a medida que íbamos creciendo  mejoraba la salud física y mental del mismo, De no ser así, me repetía que cuando fuera un anciano debido a mis costumbres antihigiénicas me iba a costar mucho trabajo quitarme el churre acumulado en el cuerpo por muchos años. Aunque me bañara diez veces al día la gente me vería como el mismo andrajoso de siempre. Así le sucederá a este par de oportunistas, a la hora  de cambiarse el traje, en lo interior de sus cuerpos seguirán con las mismas manchas de churre.


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